Nada más
verla, Teresa creyó que no podría subirla, pero confió en su fuerza de voluntad
y lo consiguió. Es la cuesta de la vida y no lo ha hecho mal del todo porque es fuerte. Alguna vez estuvo a punto de
rendirse y, afortunadamente, no tiró la toalla
y hoy se sabe justa, sincera, en resumen: buena gente.
Aunque dicen
que eso lo tiene que decir los demás, a ella no le vale porque hay muchas
opiniones y la marcarían. Para ella es
suficiente la suya y así es como ha logrado subir la cuesta, lo ha hecho y al
final es lo que cuenta.
¡Ánimo,
Teresita, sigue así!.
Nada como haber remontado cuestas y obstáculos en el camino de la vida, para hacerse fuerte y segura de sí misma, además de dueña de un amor propio a toda prueba. Ánimo para seguir pues, Teresa.
ResponderEliminarTienes personalidad y lo demuestras en este breve relato.
ResponderEliminarPues claro que si Teresa. Se te nota tu fortaleza. Mª Dolores.
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