Mil y muchas más razones para aguantar, mes
a mes, y poder llegar a esa montaña llena de sentimientos buenos y malos que la
vida te va proporcionando a lo largo de tu existencia, pero como se dice ahora,
¡es lo que toca!.
De nada sirve
rebelarse. Únicamente hubiese pedido que no me hicieran tanto daño porque,
aunque lo soportes, te deja tocado. Dios
quiera que el final sea suave, porque te tiene que llegar. ¡Que no te hagan
daño por mil razones que tengan!.
En un tono distinto al habitual, nos abres el corazón, Teresa, con estas mil razones que conmueven al leerlas
ResponderEliminarEres realista y auténtica narando de esta forma. Una mujer versátil que cambia de registro y llega a sorprendernos
ResponderEliminarLa narración es pequeña pero intensa. Creo que es bueno rebelarse.
ResponderEliminarDolores.