Nada más
verla, Dolores creyó que no podría subirla…, pues resulta una cuesta muy
pesada, con diversos altibajos, así como los obstáculos que se van presentando,
para poner a prueba su paciencia.
Pero, Dolores
es una persona fuerte, que no se detiene ante los tropiezos. Esta pequeña
mujer, lucha cada día contra los impedimentos que le salen al paso. Al lomo de
la rutina, calzando zapatos cómodos, consigue que el recorrido sea más
llevadero. En el mundo existen penas y grandezas, por tal motivo, Dolores sabe
que hay que trabajar mucho, al mismo tiempo, ser tenaz para lograrlo. De vez en
cuando, para coger fuerzas, siempre bajo prescripción facultativa, bebe un
chupito de vitalidad, de esta manera puede continuar la subida, por la enojosa
y polvorienta cuesta de la vida. Como la conozco, pues la sigo, ya que soy su
sombra, sé que lo conseguirá. Sólo es cuestión de constancia. ¡Arriba Dolores!.
¡Me encantó esta conversación contigo misma! Si que te conoces y mucha de esa resolución, de esa tenacidad y esa fuerza se deja traslucir, también, para quien te lee, te conoce y te observa. ¡Arriba, Dolores, claro que sí!
ResponderEliminarSubirás esa cuesta y todas las que se te pongan por delante. Tu puedes, voluntad y tenacidad no te faltan.
ResponderEliminarNo pierdas nunca ese espíritu de mujer fuerte y luchadora que te ha dado tan buen resultado en la vida.
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