El niño
irrumpe en la estancia como una exhalación dirigiéndose a su madre que se encuentre abstraída, -está
elaborando un importante proyecto para su trabajo- y, le dice a grito limpio:
-¡Mami corre!,
ven a la terraza para que lo veas. ¡Aprisa! Se puede terminar y te lo vas a
perder.
-¿Qué modales
son estos hijo? Por favor, explícame que está pasando para entender tu
conducta. Comenta la madre airada.
El niño,
ignorando las palabras de su madre, le tira de la mano y hace que se levante
del sillón como un resorte, mientras la arrastra con todas sus fuerzas hasta
llegar a la terraza y, señalando al cielo, exclama:
-¡Mira mami!,
llueven bolitas de hielo ¿A que no lo habías visto nunca?
La madre
sonríe entre comprensiva y divertida, estrecha al pequeño entre sus brazos y
con ternura le explica:
-Es un
fenómeno natural precioso; tienes razón al querer mostrármelo, gracias cariño.
Hace una pausa y añade:
- Esto es una
lluvia de granizos, agua congelada que se ha escapado de una gran nube oscura;
el hielo pesaba tanto, que tuvo que salir al exterior en forma de bolitas congeladas,
llegar hasta la tierra y brindarnos esta danza prodigiosa. La realidad, es que
nunca había disfrutado de una lluvia que me proporcionará tantas emociones como
esta. ¡Es la más bonita que he podido contemplar!; te lo debo a ti, tesoro mío.
Ambos
regocijados disfrutaron del espectáculo; fue un recreo entretenido y lleno de
encanto. La madre olvidó su trabajo y el hijo gozó de su progenitora durante
toda la tarde, cosa que no solían hacer de forma habitual.
Esta
maravillosa lluvia, fue un pretexto perfecto para propiciar el juego entre
madre e hijo, que por las condiciones de la ajetreada vida no podía pasar con
la frecuencia deseada.
Dulce anécdota de las que está llena la estrecha relación cotidiana de una madre y sus hijos. Me encanta la anécdota y como, con un tono narrativo perfecto, la has convertido en un bonito relato.
ResponderEliminarCuantas madres nos ha tocado pasar por esas situaciones que provocan los avatares del estres diario y, dejamos a un lado las cosas realmente importantes. Hermosa forma de narrarlo y hacer reflexionar sobre ello. Como siempre me encantó tu narración. Te felicito Mary.
ResponderEliminarGracias queridas profesoras. Ambas tienen que ver mucho con lo que hago y, espero seguir aprendiendo poco a poco. Un fuerte abrazo.
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