En este mundo
en que vivimos podemos comentar sobre muchos días festivos, pero hemos hecho
como Rosa Benito con la mochila, hemos apartado de nuestro lado algunas palabras porque molestaban; es una pena
porque con
ellas podríamos haber hecho un bonito
relato sobre las fechas que se avecinan
y que no me permiten mencionar.
Yo lo único
que puedo contar es que acostumbrada a celebrar muchas fiestas, y eso sí, lo extraño mucho. Reunirse con los familiares y comer, cantar, bailar y,
por un rato, olvidarnos del mundo y de los malos ratos que en esta vida todos pasamos.
Yo recuerdo
que, cuando era pequeña, mi madre me vestía de pastorcita, yo me ponía muy
contenta, me parecía que nunca llegaría a ser mayor, pero de todo esto solo
queda el recuerdo, porque sé que me llevaba a alguna parte que aunque lo pasaba
muy bien, tengo que guardarlo en la mochila de las palabras prohibidas.
El cuento que
puedo contar sólo se limita a estas pobres palabras. Confío e que en otra
ocasión pueda aprovecharlas todas para contar algo más alegre y divertido. En
estas fechas memorables sólo pido al de las alturas que nos dé salud y alegría,
y si puede que nos traiga un año más bonito que éste.
En este día
sólo pido paz y alegría para todo nuestro grupo y un fuerte abrazo para todas.
Culpable me siento de haberte prohibido el uso de ciertas palabras para escribir un relato de navidad, Lucía. Te dejo plena libertad para hacerlo porque estoy deseando leer esas historias tuyas guardadas en la mochila de los recuerdos dulces y divertidos.
ResponderEliminar¡Eres estupenda!, tus escritos me llenan de gozo.
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